Técnicos de sonido de El Hombre y la Tierra

Antonio Torreblanca y Manuel Barroso

http://elrectanguloenlamano.blogspot.com/2010/12/f%C3%A9lix-rodr%C3%ADguez-de-la-fuente-un-ser.html

Para hacerse una idea de la calidad sonora obtenida por Félix Rodríguez de la Fuente con magnetófono profesional analógico Nagra III (que alcanzaría su cénit con las cintas de bobina abierta grabadas por el técnico de sonido Manuel Peña en los capítulos de El Hombre y La Tierra dedicados a la guerra acústica entre rapaces nocturnas y roedores, como veremos más tarde), cabe resaltar que aunque los modernos equipos de grabación digital son técnicamente más precisos, el nivel cualitativo y realismo puro y duro obtenido con los equipos analógicos a bobina abierta fabricados por Stefan Kudelski son simplemente soberbios y constituyeron en el momento de la aparición del modelo Nagra III en 1957 una revolución en el concepto de grabación profesional del más alto nivel con equipos portátiles, por lo que se convirtieron en el standard sonoro de la industria de Hollywood durante los años sesenta, setenta y ochenta, tres décadas durante las cuales su calidad de sonido fue únicamente batida por las citadas grabaciones en Alta Fidelidad RCA Living Stereo Sound (realizadas en primer lugar con grabador de estudio Ampex 300-3 dotado con amplificadores a válvulas -que usaba cintas de media pulgada- con micrófono condensador cardioide Neumann U-47 y omnidireccional M-49/50) y sobre todo desde 1961 por las Living Presence Stereo Sound Recordings de Mercury con grabador de estudio Westrex – también dotado de amplificadores a válvulas – sobre película magnética de audio de nada menos que 35 mm y tres pistas y micrófonos omnidireccionales Telefunken U-47 y RCA 44BX, BK 5 y KM 56. Tanto las grabaciones de tres pistas RCA Living Stereo Sound en cinta de 1 / 2 pulgada (12.7 mm) como las Presence Stereo Sound Recording en celuloide de 35 mm de gran superficie, eran posteriormente volcadas a cintas de 1/4 de pulgada (6.35 mm) y dos pistas en calidad de masters para su lanzamiento al mercado. • Igualmente, entre 1974 y 1980, durante la filmación de abundantes capítulos de El Hombre y la Tierra, se utilizó también el grabador profesional monofónico Hi-Fi a carrete abierto Nagra 4.2 (manejado por el ya mencionado Manuel Peña y Antonio Torreblanca, otro gran técnico de sonido colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente). •Micrófono profesional direccional Sennheiser MKH 816T de condensador, modelo usado por Manuel Peña y Antonio Torreblanca para la grabación de sonido directo en exteriores, conectado mediante cable XLR de tres pins al Nagra 4.2 NP. Aparecido en 1975 y con un peso de 350 g, 55.6 cm de largo y 1.9 cm de diámetro, fue uno de los primeros micrófonos superdireccionales introducidos en el mercado, con un diseño de cápsula de baja impedancia que le hace virtualmente inmune a la alta humedad y a la condensación y el típico preamplificador especial para condensadores de micrófono, incorporado en su envoltorio, que permite la transmisión de la señal a través de cable.

Como señaló Keenan Smart (Director de la Unidad de Naturaleza de National Geographic), Félix Rodríguez de la Fuente fue el primer naturalista en el mundo pionero del uso de cámaras cinematográficas de 35 mm (hasta entonces los mayores niveles cualitativos de imagen en este sector eran obtenidos mediante cámaras Bolex de 16 mm con ópticas Kern Switar y Angenieux) para la filmación de documentales sobre animales en su medio ambiente real, logrando narrar historias sobre su comportamiento que nadie antes había conseguido y obteniendo una nitidez, ausencia de grano y contraste que marcaron un antes y un después en éste ámbito, superando claramente incluso a The Living Desert (1953) -famoso documental de 69 minutos sobre naturaleza y fauna de Walt Disney Productions, dirigido por James Algar y rodado con película Kodachrome 16 mm de ISO 12 y sistema Technicolor en zonas desérticas de Estados Unidos, a pleno sol, cuya enorme definición permitía blow-ups aceptables a 35 mm y subsiguiente proyección en salas cinematográficas-, y The Vanishing Prairie (1954) – otro destacado documental de Walt Disney de 71 minutos de duración y rodado en 35 mm también con sistema Technicolor- que habían sido la referencia en calidad de imagen en películas de fauna y naturaleza hasta la llegada de El Hombre y La Tierra, cuyos capítulos fueron filmados al 100% con cámaras de cine profesionales de 35 mm, entre 1974 y 1980. •Félix Rodríguez de la Fuente intentaba siempre lograr los máximos niveles de calidad de imagen posibles en aquellos momentos, al más puro estilo de las mejores producciones cinematográficas de Hollywood, utilizando pesadas cámaras Mitchell y Arriflex de 35 mm acopladas a las selectas ópticas fijas y zooms Carl Zeiss y Angenieux y las mejores emulsiones químicas en color Kodak del momento, esforzándose al máximo para transportar muy voluminosas distintas cámaras de cine formato paso universal hasta lugares concretos frecuentemente ubicados en bellísimos parajes naturales de difícil acceso, desde los que filmaba sus admirables series documentales.

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